En construcción de guitarras hubo solo dos GRACIA. Don Dionisio Gracia (mi padre) que fue una verdadera tradición en este instrumento y Arstides Gracia (autor de esta nota) que también dedicó su vida a la fabricación de este instrumento.
Don Dionisio Gracia (1898-1988), español que vivi desde muy joven en Argentina dedic toda su vida a la construcción y mejoras de las guitarras clásicas.

Fue reconocido por los más grandes guitarristas. Don Andrés Segovia (*) en un reportaje del diario La Nación (15/5/1961) lo menciona como un gran luthier del mundo. También Atahualpa dijo en la Razón (25/07/1960) que la Guitarra Gracia lo acompañaba desde hacia 20 años y destacados músicos como Eduardo Falú, Mara Luisa Anido, Mallo López, Domingo Prat, Cafrune, Michelone, Adolfo Luna y muchos mas lo reconocieron como tal.

En el año 1925 Dionisio Gracia y Francisco Diego (cuado) y otros familiares compraron el fondo de comercio a Don Francisco Nuñez (1870).
Esa sociedad fue evolucionando con cambios, nombres e incorporación de nuevos socios hasta llegar en 1966 a la ANTIGUA CASA NUÑEZ SA, integrada por Dionisio Gracia, Jorge Diego, Arístides Gracia, Cosme Caballero y Domingo Gonzlez.

Cuando en año 1950 ya era difcil el funcionamiento de la antigua fabrica en pleno centro de Buenos Aires y con una producción que no pasaba de las 100 unidades mensuales pens en hacer una fábrica que sin apartarse de lo artesanal fuera modernizada para tener una buena producción. As fue como funda la actual fábrica de Wilde, alquilando primero un modesto galpón en la calle Salta 946, Sarandi, Avellaneda. Luego ocupamos uno lindero, después otro hasta terminar en 1970 en un edificio industrial propio en la calle Lincoln 32, Wilde, Pcia. Buenos Aires.

La “nueva” fábrica se fue equipando y organizando cumpliendo siempre con las “normas de seguridad e higiene“, conceptos modernos de “organización industrial” y “control de calidad” de cada instrumento antes de ir al lustre. Adems pocas fabricas de esta envergadura contaba durante aos con medico y psicóloga laboral para atender dos veces por semana al operario que requiriera sus servicios.
As se llego a una producción de 2000 instrumentos mensuales que se vendieron entre Antigua Casa Nuñez, el interior del país y una proporción mucho menor al exterior (Miami, USA).

Considero interesante aclarar todo esto porque en la página Web actual de la fábrica Gracia, a pesar de estar en buenas relaciones personales y comerciales, no se aclara en ningún momento que fui el único creador y fundador de la misma.

Pero toda esta historia real cambio súbitamente cuando en 1993 los socios decidieron vender ANTIGUA CASA NUÑEZ. Por mi oposición a esa venta tuve un importante juicio que perdí por la “inacción y total negligencia” de mis “defensores profesionales”. Esta difícil situación me obligó a vender mi fábrica en condiciones muy desventajosas.

Esta es en síntesis la verdadera historia que al no conocerse bien o por intereses econmicos diversos se conoce mal, incompleta o distorsionada.

ARSTIDES GRACIA
(*) Conservo el original de una carta de Don Andrés Segovia dirigida a “Querido Gracia”